viernes, 28 de septiembre de 2012

Porque la Segunda Guerra Mundial nunca pasa de moda: Hail of Bullets - ...Of Frost And War


Estamos ante el primer disco de estos holandeses, para nada desconocidos entre los seguidores del death metal. La banda está formada por Martin Van Drunen (ex-Pestilence, Asphyx) a las voces, Paul Baayens y Stephan Gabedi (Thanatos) a las guitarras, Ed Warby (Demiurg, ex-Gorefest) a la batería y Theo Van Eekelen (también de Thanatos) al bajo, y nos trae un old school death metal fuerte, pesado, y, sobre todo, agresivo. 

También cabe decir que Hail Of Bullets es una banda que toma una sola inspiración: la guerra, siendo en este caso la campaña en Rusia del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial la fuente de la misma. El disco tiene una producción muy buena, habiendo sido mezclado y dirigido por Dan Swano y dando como resultado un sonido muy cuidado en todas sus facetas, claro y definido pero no por ello menos sucio y pesado. 



En cuanto al contenido del álbum, la voz de Martin Van Drunen es la protagonista. Una voz de un estilo único, rasposa, gutural y desaforada, que con sus clásicos "Ouuuuuuhhhh" encaja perfectamente con el estilo del grupo. La instrumentación es a su vez cuidada, mezclando grandes riffs (apenas escucharás solos en este grupo, pues su fuerte son los ritmos) con esquemas agresivos y sonidos marcados y pesados. Recuerdan así a los grandes exponentes de la época dorada del género, a medio camino entre Bolt Thrower y la ya nombrada Asphyx.


Otro aspecto que se debe nombrar de este álbum es cierta variedad en las canciones, primero que todo ''Before the Storm'' una Introducción instrumental, la cual ya nos dará una idea sobre el aura que desprenderá el grupo, una primera canción (Si se le puede decir así) bastante lúgubre. En este primer trabajo de los holandeses podemos encontrar canciones relativamente lentas, recordando a un doom metal algo acelerado, como ''General Winter'', y también más agresivas y salvajes que aceleran el tempo general del álbum, como ''Red Wolves of Stalin'' y ''The Lake Ladoga Massacre'', siendo uno de los momentos cumbres del álbum cuando ''Stalingrad'' empieza a martillar nuestros oídos.

Para finalizar, tenemos una canción que pone los pelos de punta: ''Berlin'', que cierra con broche de oro un fantástico disco que deleitará a los fanáticos (y no tan fanáticos) del metal extremo.

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